sábado, 18 de noviembre de 2017

Peliculera

La hermosura del cine, sentir la película en tu piel. Dejar que te penetre la voz de cada actor, que te llene de satisfacción un final feliz, un feliz justo. Un final que evoque levemente tu presente. Hasta que no está el FIN no me deshago en mi realidad, que a veces es más digna de VHS que de mundo, y escupo un par de palabras para salir del trance. Hazme llorar desde la mente, y seré tuya, que hacerme llorar desde el corazón siempre ha sido muy fácil, y necesito una cinta que despierte mi enigma, que me sangre por dentro, que me enlagrime las entrañas y te devuelva una parte de mi ser distinta, que sabe algo nuevo. Más nuevo aún. No quiero que el séptimo arte me recuerde lo que es un amor intangible, insostenible y casi ridículo. Quiero que me muestre la sonrisa de Julia Roberts siendo puta, o las trenzitas enrastadas de Zeynabou Diallo. Me encanta escribir los diminutivos enzetados e inventarme palabras. Cortázar, Borges o Joyce se lo podrían permitir. Yo no, pero me la juego. Me gusta estar con la soga el cuello, pero temo ahogarme más que nadie, por eso me cuesta tanto sobrevivir al escapismo desmesurado de las películas catastrofistas de segunda.
Las lágrimas de cocodrilo devuelven al agua a mi interior, no me gustan los orgasmos fingidos y prefiero saltarme el guión. Porque qué mejor actor que el que llora un recuerdo para volcarlo en su mentira, que el que siente el placer en cada fibra sobre una cama de decorado, haciéndole el amor a su arte. Qué mejor actor que el que convence al director de cambiar el script porque le ha hecho olvidarse de sus palabras.
Que al final todos mentimos y nos rodeamos de nuestro propio drama, todos somos tragicomediantes en una vida en la que el borrador está bien escrito y sin marcas de goma, las leyes y las normas sociales, aunque muchos crean, ciegos, estar improvisando.
Hace tiempo quise vivir en una película, sin darme cuenta
de que absolutamente todos
nacemos entre un diafragma y un jodido obturador.

Seul ce soir - Midnight in Paris

No hay comentarios:

Publicar un comentario