No siempre, pero es. Como esto una oda a su conjunto. Fantail. Buf. Onomatopeya permisible. Sobre todo si la escuchas, grandiosa en su gran sonido. Por primera vez en mi vida, creo haberme enamorado de algo que no es humano. ¡Vaya! Vamos bien, diréis. A lo que respondo, 'sí, vamos perfectamente'. Aprende a dejar que tu corazón se acelere sólo al ritmo del jazz. y más aún con un saxo. Y haz que ese límite determinablemente diferenciador te impulse a descubrir que estás de él prendado, o prendada, entiéndase el género masculino como genérico en nuestra lengua.
Queriendo no querer quererle lo hago. ¿Cuál de las dos cosas? Tú eliges, imagina simplemente. tampoco es tanto como no querer querer quererlo, pero es más bien un malentendido en mi interior. Uno precioso, por cierto, pero no deja ni lo hará de serlo. Porque no entiendo cómo algo tan bello pero simple de alguna manera a la vez, me hace flotar en las nubes de la pequeña odisea de dioses bandiles y yo me entiendo.
¿Tú no? El tú no es fijo en significado. según quién lo lea cambia. Podría decir que por la misma regla de tres puede ser un 'vosotros' y no un tú (entre comillas el vosotros (y ahora no) por simplemente el hecho de agradarme la visión), pero no lo es porque dentro de vosotros hay un tú. Dentro de un tú, no un vosotros. ¿O sí? Intenta pensarlo.
Sueña. Y sueña, y no lo hagas conmigo, hazlo con el saxo.
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